miércoles, 16 de enero de 2013

KISS ME HARD BEFORE YOU GO. (II).

Lo único que sé a ciencia cierta es que fueron los primeros labios que me hicieron sentir algo por dentro. Nunca había sido tan atrevida como lo fui con él, no había sido tan valiente jamás. Me atreví a decirle todo tras unos besos de niños, o no tan de niños, aunque eso éramos entonces. Jamás me había sentido tan viva. 
Normalmente, si no quieres pasar tu vida al lado de una persona, le contestas que solo sois amigos. Si quieres compartir tu tiempo con ella, intentarás ser algo más. Pero "el otro" siempre ha sido un poco incomprensible y se atrevió a murmurar un "YA SE VERÁ". 




Aquel verano fue interesante y nuevo para mí, lleno de luces y gente nueva, lleno de salidas, y de entradas triunfales. "el otro" fue alejándose de mi mente hasta quedarme completamente a salvo. Llegué a olvidarme de su existencia.
Pero, como siempre, septiembre es testarudo y siempre vuelve, como "el otro". Sí, "el otro" siempre está ahí presente a su manera, y en cuanto le miré a los ojos descubrí que seguía atada a ellos. De pies y manos. 
Pero poco a poco, nuestros caminos se enlazaban con los de otras personas. Ojalá hubiésemos enlazado los nuestros... Existieron ciertos momentos que me hacían pensar que no se había acabado, que todavía nos quedaba esa conexión tan poco clara, esa conexión que aclaraba tan poco. Las sonrisas, las miradas, esa red eléctrica que nos unía, esas risas mágicas. Y no me equivoqué. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario