lunes, 21 de mayo de 2012

Y feliz.

Me recuerda muchísimo a él. No me contaba con tanto detalle al principio, pero siempre me tenía de consuelo, de apoyo. Siempre estuve para él... No cometas los mismos errores que yo. No le hagas la persona más importante del mundo, ni la sonrisa más bonita, ni la mirada más acogedora. Porque no es nada de eso  si tú no lo eres para él. Sólo tienes que aprender. Cuando yo hablaba con él, era como estar flotando, era feliz como nadie. Pero un buen día, se fue. Y sabes que algo se ha roto, y que esta vez no e la discusión número mil que vais a arreglar como siempre, no. Esta vez se ha colmado el vaso, de verdad, se acabó. Y te dan ganas de tumbarte en la cama y no levantarte en varios meses, y no estar en su instituto, ni ciudad, ni país. Pero es lo que hay. ¿Y él está mal? ¡No! Vive su vida, con sus amigos, sus besos de otras y su felicidad o tristeza por personas que no eres tú. Y te despiertas. Y miras de frente y ya no hay una pared contra la que siempre te das de bruces. El camino está despejado. Y ahí estás tú, imponente, más alta que nadie. Más alta que nunca. Y feliz.

domingo, 13 de mayo de 2012

Sus propios ojos le devolvieron la mirada reflejados en los de él. Pero de repente se perdió a sí misma en ese mar al que sabía entrar, pero del que no podía huir. Porque el color verdoso le atrapaba, le insistía, le acaramelaba. Le hacía pensar que era querida ahí dentro. Aunque fuera mentira. Se aferró a ese sentimiento, aun sabiendo que dentro de pocos segundos la verdad se le clavaría por todo su ser a modo de puñal, porque estaba dispuesta a pagarlo muy caro sólo por poder estar ahí dentro, un rato más, para perderse y no salir nunca.
[y algún día lo conseguiría]. 


Así lo quiso, así sería.

Y decidió que no quería besos sin nombre ni promesas incumplidas, que antes prefería ver el SOL y cómo cae la lluvia sin compañía alguna. Y decidió que pasaba de pieles desnudas y que se iba a vestir para verse a sí misma y no para que la viesen los demás. Y decidió que se acabó el esperar rosas en San Valentín o cenas de aniversario y que cuando quisiese algo, lo conseguiría sola. Y decidió que se le había acabado el amor. Que ya no le quedaba NADA para nadie que no fuese ella. 


jueves, 3 de mayo de 2012

Y es que "el otro" se fue. "El otro" siempre se iba...

Yma perdió a Kai por "el otro". "El otro" perdió a Yma por Kai. Y Kai..., Kai echaba de menos a Yma y sentía rabia por culpa de "el otro". Y la culpa parecía ser toda de "el otro". ¿Qué habían hecho ellos? Yma intentó ser feliz con Kai, hasta que "el otro" decidió volver y llevársela. Y Kai sólo había tratado de quererla, de hacerle feliz unas pocas horas, de llevarle donde quisiera, de hacerle sentir que valía mucho más de lo que aceptaba. Lo único que hizo mal Kai fue permitirle a "el otro" que volviese a la vida de Yma. Porque luego se arrepintió cuando la vio llorar; cuando vio su cara de niña bañada en el desconsuelo; cuando observó sus ojos, como sin sueños; cuando vio, más bien, cuando NO vio, su sonrisa. Y Kai echó de menos ser ése de antes que no se preocupaba por nada más que por él mismo.