martes, 24 de abril de 2012

Para ti, capullo.

    Yma llamó suave a la puerta y "el otro" apareció, sonriendo como cada vez que veía los ojos verdes de Yma. Pero ella no le respondió con las comisuras como solía hacer, y aunque pareciese una tontería, "el otro" se asustó, sin saber muy bien por qué. Yma le devolvió la mirada con esos ojos enormes donde tantas veces se perdía, sin que Yma siquiera lo sospechara."El otro" la invitó a pasar. Yma habló de un modo esquemático, un poco robótico para tratarse de "el otro" y no supo decirle qué le pasaba. ¿No supo? ¿O es que no era capaz de explicarle que creía que se merecía a Kai? ¿Que se había cansado de estar a pie de cañón, dispuesta a perder el alma por "el otro" y solo recibir una promesa de futuro? Porque Yma ya no se sentía Yma. Y quería recuperarse. 
- Los  colibrís vuelan alto, los colibrís no se cansan - pensó Yma. 
     Y los besos de "el otro" no la hicieron volar como siempre, y las palabras de "el otro" la cansaron un poco esa tarde. E Yma volvió a la parada mientras llovía y "el otro" le hablaba de lluvia, y por primera vez,  a Yma le preocupó mojarse el pelo. La lluvia dejó de  tener el color de los ojos de "el otro" y recuperó su antiguo color grisáceo que hacía esos días absurdos. Y "el otro" notó algo extraño en el día, como si el cielo estuviera triste y ese día no debiese existir.


     Se despidió de Yma sintiendo una especie de desconexión que quiso creer falsa. Como si algo se hubiese roto en el lazo que los unía. Y cuando llegó a casa echó n vistazo al calendario, y observó que era un viernes normal y corriente, sin fechas importantes ni recordatorios de malas noticias. Un viernes con Yma, nada más. Y de repente, sin saber por que, le entró algo así como un pánico irrefrenable, un pánico inexplicable, un miedo enorme sin motivo alguno. Pero algo dentro de él le dijo que, por mucho que la viese, por mucho que besase cada día a Yma, ya la había perdido. Y "el otro", que nunca sabía nada, comprendió perfectamente todo lo que la iba a echar de menos.

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