-Vamos, Yma... Sabes que lo hubiese hecho.
-No, no lo sé, "otro". Porque nunca lo hiciste. Y en cambio yo, yo sorteé obstáculos y dejé pasar sonrisas, y dejé pasar la calma de Kai. Y lo sabes. Lo sabes mejor que yo. Influías en mí de tal forma, me tenías tan atada, que no sabía ver lo que tenía a mi alrededor. Y cuando te fuiste, cuando te fuiste me vi sin nada. Pero poco a poco aprendí a ver, aprendí a caminar, aprendí a ser yo misma sin ti. Me volví fuerte, desconfiada y madura. Dejé de ser niña. Y, a veces, echo de menos ser esa niña, ¿sabes?. Pero entonces pienso en lo que me hiciste tú, en lo que significabas para mí, y comprendo que todo ha cambiado demasiado en este tiempo, que ya no somos los de antes. Y que el pasado... el pasado no vuelve, y no tiene nada nuevo que ofrecerte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario