viernes, 2 de diciembre de 2011

Acuérdate de que te quiero.

Siempre he tenido que decirte un montón de cosas, ya que no entiendes lo que trato de contarte constantemente. En primer lugar, no odio las peleas tanto como parece, siempre te lo dije para que no te metieras en ellas. No discuto por todo porque sea "así" y ya, eres el único con el que me peleo a diario sólo por el placer de ver cómo te ríes de mi mal humor (el que, automáticamente, se me pasa). Que cada vez que decía mil gilipolleces por minuto cuando estabas mal era solo porque no soporto no ver tu sonrisa. Y que siempre te he defendido, siempre, hicieras lo que hicieras para mí siempre existía una disculpa. Y a ver si entiendes que cuando todos te daban la espalda y yo seguía ahí, no era por ser la payasa de turno que finge ser tu mejor amiga. Que a ver si te enteras de que todas estas cosas las hice porque te quería. Y te sigo queriendo. Y no hace falta que me expliques que no sientes lo mismo porque, en el fondo, siempre lo he sabido. Solo que a veces me hacías dudar con ese síndrome de "perro del hortelano, que ni come ni deja comer". Que cuando te ponías celoso y posesivo no significaba nada, lo sé, aunque nunca lo he entendido del todo. Y todas las veces que me ignorabas y a las dos semanas venías como si nada hubiera pasado, y a los dos días con cara de "tengo unas ganas enormes de ti" que al final no llevaban a ningún sitio. Ni siquiera necesito que contestes, aunque me gustaría. Esta conversación... no tienes ni idea de las veces que ya ha sucedido dentro de mí. Yo ahora me voy, no físicamente, sabes que siempre que necesites algo importante, estaré ahí. Pero que los detalles pequeños que nos unían (que, al fin y al cabo, son lo más importante), ésos, no volverán. Acuérdate de que probablemente caería mil veces, pero no quiero darme más veces, contigo ya han sido muchas. Acuérdate de que te quiero. 



No hay comentarios:

Publicar un comentario